Sistema de gestión de energía (SGE): concepto, normas y cómo implementarlo
La gran competitividad en el mercado exige que las empresas sean cada vez más eficientes. Esto implica mejorar el rendimiento energético, reducir el impacto ambiental y el malgasto financiero. La implementación de un Sistema de Gestión de Energía (SGE), es una estrategia para aquellas empresas que se preocupan por el medio ambiente y necesitan mantener su salud empresarial.
En este sentido, es fundamental conocer las normativas y regulaciones que guiarán las acciones de las empresas con el fin de conseguir mejores resultados en materia de eficiencia energética, además de comprender mejor el concepto de Sistema de Gestión de Energía, lo que se necesita para implantarlo y cuáles son sus normas.
¿Qué es un Sistema de Gestión de Energía (SGE)?
Un Sistema de Gestión de Energía (SGE) es un conjunto de acciones que las empresas pueden llevar a cabo para lograr la eficiencia en el consumo energético y reducir el consumo de energía. Como resultado de sus acciones, dichas empresas consiguen ahorrar dinero y reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Las acciones de un SGE pueden ser llevadas a cabo por cualquier tipo de empresa, tales como empresas comerciales, administrativas, industriales y del sector de servicios.
A partir del SGE, las empresas disponen de métodos sistémicos para optimizar su rendimiento energético, mejorar la gestión de la energía y garantizar que este aspecto, así como el ahorro de energía, reciban una mayor atención estratégica por parte de la dirección.
De esta manera, estos aspectos llegarán a las mesas de debate e influirán en la toma de decisiones de la empresa.
¿Cuáles son los objetivos y las ventajas de un SGE?
Un Sistema de Gestión Energética (SGE), tiene como principal objetivo orientar la práctica y la aplicación de un enfoque sistémico para lograr una mejora continua y el rendimiento energético de las empresas.
A partir de los requisitos de la NBR ISO del 50001, las empresas definen el mejor enfoque para sus procesos y rutinas. El documento orienta a los usuarios con diferentes niveles de gestión y consumo de energía, así como experiencia con SGE para implementar las acciones.
Mediante herramientas prácticas, métodos y estrategias proporcionados por la norma, las empresas pueden mejorar continuamente su rendimiento energético. La adopción de un Sistema de Gestión de la Energía (SGE) ofrece otras ventajas a las empresas:
- Ayuda en la medición del consumo de energía;
- Ayuda a reducir los costos de energía;
- Promueve la reducción de las necesidades energéticas y de las emisiones de carbono;
- Apoya el cumplimiento de regulaciones y nuevas normas como la ISO 50001;
- Promueve la participación de los equipos en un enfoque sustentable de la rutina de la empresa.
Existen otras ventajas relacionadas con la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero, así como otros impactos ambientales. Sin embargo, para que estos beneficios se consigan, es necesario que todos los profesionales de los distintos niveles y funciones en la empresa, especialmente la dirección, se comprometan con su aplicación.
¿Cuáles son las directrices de un sistema de gestión de energía SGE?
A la hora de implementar el SGE, las empresas eligen los procedimientos que mejor se adaptan a sus necesidades. Esto se debe a que la eficiencia y sostenibilidad de su implementación dependerá de la integración con los procesos generales de la empresa, tales como operaciones, finanzas, calidad, mantenimiento, seguridad, entre otros.
De este modo, es posible implementar algunas directrices de eficiencia energética, consumo consciente, producción renovable, reducción de gases contaminantes, seguridad en el trabajo, pero sin limitarse a ellas.
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Además de las directrices mencionadas, deben tenerse en cuenta algunas otras:
- directrices o requisitos organizacionales
- acuerdos con clientes o proveedores
- acuerdos con la oficina central
- directrices no reglamentarias
- principios voluntarios o códigos de prácticas
- acuerdos voluntarios sobre energía
- requisitos de las asociaciones comerciales
- acuerdos con grupos comunitarios u organizaciones no gubernamentales
- compromiso público de la organización o de su organización de base
- especificaciones mínimas voluntarias sobre rendimiento energético emitidas por agencias gubernamentales o privadas
- límites del suministro de electricidad o gas de la red, o limitaciones de las exportaciones de electricidad a la red
Para determinar cuáles son sus directrices, la organización puede consultar a todos los interesados y utilizar procesos para identificar sus necesidades y requerimientos. En las organizaciones en las que ya existen procesos para definir los requisitos legales, se pueden utilizar los mismos métodos para identificar y acceder a cuáles son los requisitos legales de energía.
¿Cómo obtengo la certificación ISO 50001?
La norma ISO 50001 ofrece orientaciones prácticas para las organizaciones que deseen implantar un SGE. A partir de sus directrices sobre seguridad, rendimiento y eficiencia energética, que pueden aplicarse en cualquier organización, es posible construir un SGE bien estructurado, acorde con la realidad de cada institución.
Para obtener la certificación, es necesario adquirir la norma en el sitio web de ABNT y encontrar una consultoría especializada en gestión de energía. Es importante un curso teórico para aprender a interpretar la norma técnica. A continuación, es necesario formar un equipo interno responsable de la Gestión de la Energía, con profesionales de diferentes áreas y niveles jerárquicos.
El papel de este equipo consistirá en comparar la situación actual de la organización y los requisitos de la norma para determinar qué aspectos deben mejorarse.
Además, es necesario:
- Definir hacia dónde se dirige la organización, cuándo y cómo hacerlo;
- Establecer formas de evaluar los resultados del plan;
- Crear procedimientos para la mejora continua del Sistema;
- Poner en práctica el Sistema y realizar una auditoría interna para ajustar lo que sea necesario;
- Solicitar una auditoría externa para evaluar la organización.
¿Sabes para qué sirve la norma ISO 50001 y cuál es su importancia?
Paso a paso para implementar un SEG
Respetando las siguientes tres etapas, el SGE es un software que puede implantarse en cualquier empresa:
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Estructurar el proyecto de gestión de energía
La primera fase consiste en definir los objetivos e identificar la situación actual de la organización. Las necesidades de cada área y de los interesados deben estar alineadas. Además, debe definirse un equipo específico para el proyecto. Para finalizar esta etapa, es necesario definir un presupuesto de implementación.
2. Definir qué plataforma utilizar
La elección de la plataforma influye en todo el proceso de implementación. Opta por soluciones flexibles que ofrezcan soporte completo. También, establece criterios importantes para el proyecto de tu organización.
3. Comenzar por un proyecto piloto
Por último, comienza a probar el sistema con un sitio web piloto. Así se podrán hacer los ajustes y adaptaciones necesarios. Cuando esté todo alineado, comienza a implementarlo en todo el grupo.
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